25
2020
Fotografía en el futuro
La alarma del neurolink me despertó a las 5:45 a.m., hora que había programado la noche anterior, antes de desconectarme para dormir.
Hoy realizaré una serie de fotografías fijas para un alto ejecutivo millennial, quien se siente nostálgico y quiere tener una fotografía impresa del edificio en el que comenzó su gran empresa de IA; un clásico de la arquitectura de los años 20´s. (su empresa ésta orientada y aplicada a la transformación de desiertos a sistemas agroindustriales productivos, mediante la aplicación de microclimas).
Este trabajo por encargo, se trata de 10 impresiones fotográficas para ambientar el interior del edificio.
Las fotografías impresas, son ahora casi inexistentes, ya que hace varios años fueron desplazadas por el VH4D (Video Holográfico 4D) con imágenes de más de 64K y 3D superrealista.
Veo con emoción el nuevo equipo que voy a utilizar el día de hoy; son 3 esferas de aluminio mate, con un diámetro aproximado a los 5 cm. Me ha sorprendido su sencillo funcionamiento, nada más lanzándolas al aire unos centímetros, quedan suspendidas, poniendo en funcionamiento el mecanismo antigravitacional de 3 ejes, que estabiliza en un 99% la imagen de las 32 microcámaras, que componen esta pieza de última tecnología; utiliza IA para capturar imágenes, tomando como referencia de la base de datos global, las mejores obras fotográficas y de video, de los autores más destacados en los últimos 100 años; así compone el video holográfico y en este caso específico las imágenes fijas.
Las esferas realizan un rastreo y seguimiento de lo que yo les indique, mediante la conexión del neurolink.
Voy a utilizar mi nueva pantalla de edición holográfica contenida en mi chip personal, para visualizar el material, la IA me asistirá en la selección y edición del material en tiempo real. Empiezo mi labor, ya previamente había programado las esferas; estas utilizan la IA para guiarme en el proceso de captura de imágenes de la edificación, lanzo las esferas, quedan suspendidas y comienzan su labor rápidamente moviéndose a toda velocidad, tranquilamente me siento en una banca y activo mi chip mediante el neurolink, automáticamente se despliegan frente a mi 3 pantallas holográficas que se adaptan perfectamente a la luminosidad del ambiente en el que me encuentro, igualmente me conecto en tiempo real con el cliente, quien va sugiriendo y aprobando las imágenes hasta ahora capturadas, la IA va sugiriendo los mejores ángulos y automáticamente va retocando las imperfecciones y objetos que no van a estar dentro de la toma final; en menos de 30 minutos he terminado el trabajo.
Para la impresión de la fotografía tengo un problema ya que hoy en día no encuentro empresas que realicen esta labor, pero mis contactos en el museo de arte, me pueden prestar una de las últimas impresoras de gran formato y alta resolución, que estan todavía funcionales; estas fueron descontinuadas hace muchos años, puesto que las imágenes cambiaron de ser impresas a ser puestas en frames digitales 64K superrealísticos y luego en frames holográficos.
Me dirijo al museo para la impresión, pero tengo un problema, no recordaba que estas impresoras funcionaban conectadas a viejos computadores MAC con procesadores i20, la IA me da la solución, mediante una interfase de comunicación con la que transfiero las imágenes al computador. El proceso de impresión de las 10 imágenes seleccionadas fue corto en relación al tamaño en que se imprimieron 2×1 mts. A las 2:00 p.m. estoy entregando, en las oficinas de mi cliente, el trabajo finalizado y él transfiriendo los créditos del trabajo realizado, a mi virtualwallet como lo habíamos acordado.
Autor: Peter Liévano